El término “Action
Research” (traduce el término alemán “Tat-Forschung”) fue empleado
inicialmente por Kurt Lewin:
“Acción-Investigación” designa una forma especial de plantear la investigación
en las ciencias sociales que se ha practicado predominantemente en
La denominación “Action Research” no debería provocar el malentendido de comprenderla como un método de estudio sobre la acción o sobre actividades, sino en el sentido de realizar una investigación de un campo de problemas sociales al mismo tiempo que se interviene en dicho campo en cuanto que se le observa. Pero es claro que la adopción del término para denominar una forma de investigación no justifica fallos metódicos, intenciones ideológicas etc.
Entre los primeros trabajos en esta línea figuran el de Collier (1945)[1] que estudió la situación de los indios norteamericanos y los de Lewin.
Kurt Lewin (1946, 1947. 1948)[2], exiliado judío alemán a USA, estableció las líneas básicas de este tipo de investigación al constatar que las investigaciones de tipo social realizadas generalmente al servicio de una empresa o institución, no sólo se orientaban a determinar posibles factores influyentes etc. sino también conducían a determinadas acciones en el campo analizado. Además, Lewin subrayó la necesidad de que tales estudios sobre campos tan complejos como el de cualquier actividad social se realizaran desde planteamientos integrados (contrapuestos a los estudios cuantitativos de no pocos científicos sociales unilateralmente centrados en una dimensión del problema). En tales estudios, Lewin pedía que se diferenciara también entre dos tipos de cuestionamientos; el que se plantea el problema de las leyes generales, y el que se centra en el diagnóstico de lo específico de cada situación (Lewin 1946)[3]. Para Lewin, la investigación social debe conducir a una acción social, sería totalmente insuficiente si sólo produjera libros.
Lewin desarrollaba una metódica para el trabajo en grupo, atendiendo a la “dinámica” psicosocial generada, y quería examinar los tipos de cambios producidos en las interacciones en el grupo. La obtención de datos fiables en ese contexto presentaba dificultades precisamente por las influencias mutuas entre la acción (en el grupo) y la percepción de lo acontecido. Un problema que tiene muchos puntos de contacto con el problema discutido desde Max Weber sobre la posible neutralidad de la ciencia frente a los juicios de valor.
En su investigación sobre conflictos, Lewin (1948) constataba una diferencia básica en estos tipos de estudio frente a los análisis tradicionales: la de que había que reconocer el deseo del investigador no sólo por conocer una realidad, sino también por alterarla. Esto implicaba que las “hipótesis” de trabajo no podían pues ser consideradas de forma aséptica, como si sólo se tratara de comprobar su veracidad mediante ciertas mediciones. Para Lewin, como para Collier, los cambios sociales sólo podrían surgir de la cooperación entre científicos, organizadores (prácticos) y los mismos afectados. La condición previa para emprender una investigación-acción de ese tipo es la toma conciencia de un problema agudo.
El primer impulso a este tipo de investigación dado por Lewin fue continuado por sus alumnos y seguidores (por ejemplo: Cartwright 1959[4], Kahn et al. 1964[5]).
En una línea que hoy podemos considerar divergente en ciertos puntos básicos hay que considerar los trabajos del Tavistock Institute del Reino Unido con su programa de estudios en la industria minera (ver tema Sistemas Sociotécnicos). Este tipo de planteamiento, también orientado a la consideración de los efectos sociales de una investigación se perfiló como pauta de referencia universal y desplazó a un segundo plano el enfoque de Lewin. La colaboración de noruegos y británicos primero, y luego también de suecos, hizo posible que surgiera luego el llamado movimiento de la “Democracia Industrial” (Industrial Democracy) que traslada el centro de gravedad de este planteamiento desde lo epistemológico a la política social. En esta línea de trabajos destacan las aportaciones noruegas (Thorsrud 1970[6], Quale 1976[7]).
Posteriormente, la amplia literatura en que se utilizaba el término “Action” (action learning, actioin science, participatory action research, action inquiry) contribuyó más que a clarificar el estado de la cuestión a crear un ambiente de confusionismo. Todos esos términos indicaban simplemente que una actividad teórica siempre tiene un contexto práctico (una banal constatación que no conduce a nada) o que no pueden descuidarse los aspectos cualitativos en estudios directamente orientados a lo cuantitativo. También contribuyó a esta confusión la inserción en este dominio de problemas de la cuestión de si la investigación debe o no contar con la colaboración o participación de los afectados (lo que también parece una obviedad cuando las situaciones a investigar sólo son perceptibles por esos sujetos).
En otro marco, pero también emparentado en ciertos puntos con
el programa de
Los representantes de la dirección más “ortodoxa” de
En la línea de trabajos del “Desarrollo Organizacional” se empleó este enfoque en distintos proyectos (Esso Standard Oil Company 1960[12]; Salder/Berry 1970[13]; French/Bell 1973[14]).
Como se ha indicado arriba, en gran parte, este tipo de
investigación se realizó en el contexto de
En el curso del tiempo, la atención o reflexión sobre el
papel del “investigador” ha sido objeto de análisis en enfoques que aunque no
explícitamente derivados del de
Aquí destacan los trabajos de Argyris y Schon (1974, 1978, 1982[16]) sobre el “double-loop” (doble bucle de realimentación en un circuito cibernético) o el “deutero-learning” – o en Torbert (1976, 1991)[17]. De estos trabajos se ha derivado el llamado planteamiento de la “action-learning” (aprendizaje-acción) en Revans (1977, 1978, 1982[18]).
Por otra parte hay que considerar el llamado enfoque de la “AR participativa” (participatory action research), cuyas características más importantes son:
· acentuar la colaboración de afectados (en una organización) con los investigadores
· subrayar la intención de actuar hacia una modificación del sistema observado (Whyte 1991[19]).
Es claro que una intervención de este tipo no puede abstraher de factores ideológicos o de intenciones socio-políticas, y está muy lejos de la neutralidad a los juicios de valor exigida en planteamientos de tipo positivista. Por tanto se exige una clara toma de conciencia de los valores de referencia durante la investigación (Brown/Tandon 1983[20]).
Por otro lado, dadas las normales asimetrías de
distribución de bases de poder e influjo, toda intervención-acción de este tipo
tenderá evidentemente no sólo a intervenir neutralmente, sino a modificar ese
desequilibrio, y esta orientación acerca
El análisis de la “Action Research- AR” desde un enfoque
metodológico permite distinguir los aspectos en que este tipo de investigación
se diferencia de otros enfoques usuales en las ciencias sociales. La siguiente
tabla resume esos aspectos de
Kirch/Gabele
1976[21] |
Klüver/Krüger
1975[22] |
Dpto. Ciencia
Pedagogía Social Universidad Berlín 1975[23] |
Fairweather
1967[24] |
Eden/Huxham
1996[25] |
1)
|
Selección/definición de problemas según 1ª:
necesidades sociales concretas, sólo en 2º lugar según intereses
“científicos” |
Participación
activa del investigador en el proceso observado |
Definición de un
problema social apremiante |
1) AR exige
compromiso integral del investigador en el proyecto de cambio de la
organización examinada – aunque no tenga éxito o surja un estado final
distinto del planificado |
2) En
|
El objetivo de
la investigación no se limita a examinar hipótesis teóricas, sino al mismo
tiempo incluye la transformación de situaciones
sociales |
Trabajo del
investigador conjuntamente con grupos sociales |
Observación de
campo para analizar magnitudes del problema social en su estado
actual |
2)
b) por la misma
acción. – La delimitación del campo de problemas observado no es
definitiva, puede ampliarse en el decurso de la
investigación |
2.1) El
Investigador en AR participa en el proceso práctico de solución de
problemas |
Los datos
obtenidos en la investigación no son observados “en sí”, sino
interpretados como momentos de un flujo procesual; su sentido teórico
surge de que se les observe en el todo del proceso real, y su relevancia
práctica deriva de vérseles como momentos constitutivos de nuevos pasos en
el proceso |
Participación de
los miembros del grupo en la valoración de los resultados de la
investigación |
Innovación de
nuevos subsistemas sociales como posibilidad de replantear y buscar nuevas
soluciones |
3)
|
2.2) El
Investigador de AR provoca una cooperación de todos los participantes en
la investigación y solución práctica de problemas |
La situación
observada como problema es vista como “totalidad” práctico-social, en la
que no se aislan variables por inferencias teóricas inmanentes al proceso
investigador |
|
Preparar
conceptos experimentales para comparar la eficiencia de los subsistemas de
solución de problemas |
4) No basta el
recurso a técnicas, métodos,
modelos, o instrumentos. En el desarrollo de la concepción a nivel
teórico entra más o menos implícito su inserción en la praxis
observada-cambiada. Y debería explicitarse tal nexo
praxis-teoría. |
3)
|
Las exigencias
teóricas y prácticas de |
|
Integración de
los nuevos subsistemas en el marco social que les corresponde, para
poderlos evaluar en su entorno natural |
5)
|
4)
|
Por eso, debe
modificarse también el papel de los observados para que en
auto-comprensión de su función sean conscientes de que ellos son “sujetos”
activos en el proceso de cambio |
|
Trabajo en
subsistemas durante un cierto tiempo para obtener suficientes datos y
poder analizar el proceso |
6) La
construcción teórica en |
|
|
|
Fijar
responsabilidades de los investigadores respecto a los miembros de los
subsistemas analizados-modificados |
7)
|
|
|
|
Enfoque
multidisciplinar |
8) Una AR de
calidad requiere sistemática en método, reflexión, y planificación de la
acción |
|
|
|
|
9) El proceso de
exploración de datos, de definición de teorías emergentes etc. debe ser
explicable, justificable a otros |
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|
|
10) El proceso
de |
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|
|
11) La suma de
rasgos |
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12)
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|
13) La
“triangulación” en |
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|
14) La historia
y contexto de la exploración AR son críticos para interpretar y aplicar
resultados obtenidos |
|
|
|
|
15) AR implica
diseminar elementos teóricos en desarrollo, pero en marcos más amplios de
interés |
De estos planteamientos, nos detendremos en el primero por
mostrar con mayor claridad las fases y problemas de la metódica de
Según Kirsch/Gabele (1976)[26], en una interpretación sistemática de esta metódica que ellos mismos consideran discutible, podrían distinguirse en ella ciertos principios:
1)
2) De (1) se infiere el principio de implicar los procesos de solución (práctica) de problemas y de análisis o investigación (teórica), así como los subprincipios 2.1 y 2.2.
3)
El tercer principio parte de la necesidad de que el
complejo campo de lo social sea investigado utilizando una amplia batería de
métodos o enfoques de investigacióni. Esto no significa que
Dado que la producción de “sentido” se constituye en procesos de interacción y comunicación entre observados y observantes, es decir, que no surge sólo en una comunidad científica observadora, sino también incluye la autopercepción del mismo grupo social observado (que produce “sentido” independientemente de categorías predefinidas en una teoría) y la modificación de dicho sentido por la interacción con el observador externo, es claro que no basta el recurso a un método positivista en que se presupone un esquema de conocimiento-fotografía de la realidad objetiva como si no existieran las interdependencias básicas entre constitución de sentido en el observador y en el observado.
4)
La consideración de que
Estas características de
En este sentido,
A esta necesidad de investigación y de intervención no
sometidas a esos esquemas de poder social establecido respondería pues
Es en este sentido en el que se pide en
1) Hacer transparentes las presuposiciones paradigmáticas vigentes en el contexto observado (los principios fundamentales de la concepción cotidiana – el Alltagswissen – hasta ahora no cuestionados) con sus implicaciones prácticas y premisas implícitas ideológicas etc.
2) No limitar la observación a la construcción de un imagen (fotográfica) neutral de lo observado en el sentido de la ciencia positivista – e inmunizada a toda crítica.
3) Desvelar los mecanismos de dominación y de justificación o legitimación de desigualdades que atentan a los derechos humanos básicos, así como las bases en que se justifica la vulneración de las “obligaciones de respeto de dichos derechos” (como sucede, por ejemplo, desde el neo-liberalismo en que en virtud de los derechos individuales de los más fuertes, se justifica la agresión a los derechos de los débiles)
En este sentido, debe subrayarse de la forma más explícita,
Lo expuesto indica que
La investigación-acción no es sólo una herramienta para el desarrollo de una actividad, sino también un proceso de aprendizaje colectivo. Consiste en el siguiente ciclo repetitivo:
El estilo modificado de acción debe entonces tomarse como el punto de partida del siguiente ciclo del proyecto de investigación-acción. -- El ciclo se repite con la frecuencia que sea necesaria.
El programa de un proceso de investigación en
Lo distintivo es que tales fases y pasos no se ejecutan unilateralmente en el sistema observador externo al campo observado, sino con la esencial participación activa de los agentes o afectados en dicho dominio. Es fundamental la co-decisión de los afectados (una “cogestión” real en el proceso de investigación-acción-cambio).
Pero quizá la característica más importante del método
general de
La realización de un proyecto de AR implica que tal “observación” (e intervención) se apoye en una pluralidad de métodos. Pero no en el sentido de que exista arbitrariedad o azar en la elección de dichos métodos e instrumentos auxiliares. El discurso investigador debe estar sujeto a ciertas normas.
Este ha sido un tema muy discutido: formalismo en el establecimiento de tales normas, accionismo ciego, empirismo ingenuo, pretensiones de verdad, etc. serían algunas de los aspectos considerados en referencia a la normalización de la metódica (Topitsch 1970; Wellenreuther 1976; Moser 1975, 1976).
El problema fundamental de
Ahora bien, hay criterios como el de la “repetibilidad” de la
experimentación – en que se supone que cualquier otro observador podría
encontrar los mismos resultados – que dada su imposibilidad en este caso de
Para poner de manifiesto y desplegar todos los factores
propios de la metódica de
A un nivel de mayor profundidad en el análisis metodológico
se sitúa el problema de las conclusiones de la intrínseca relación entre
observador y objeto observado en
Una consecuencia seria de la no-diferencia sujeto-objeto y de la implicación observación-intervención (en cuanto que se interviene en él, no sólo se “observa”) es la que apuntaba Rapoport (1972) al indicar posibles problemas "éticos” en la investigación en referencia a los objetivos de la investigación, autoría última del trabajo etc. Si se apunta a una “democratización” del ámbito social estudiado, por ejemplo, en el sentido de contribuir a reducir las asimetrías en el reparto de medios o bases de poder, es claro que los métodos a emplear no podrán ser los mismos que en el caso de una observación pura o de un mero diagnóstico (Chein/Cook/Harding 1948).
Esta no diferencia lleva también implícita la de borrar, en gran parte, la diferencia teórico-investigador / práctico (Klafki 1973).
Un problema más complicado, pero que sólo podrá tratarse al
nivel de un estudio de “Meta-Teoría” es el de
La interpretación de
El siguiente intento de sistematización sobre distintas
propuestas de clarificación de la metódica de
A. Primer grupo de características (descriptivas a nivel de observación desde la posición del observador científico crítico pero situado, aquí, fuera del mismo proceso AR):
1)
El principio básico de la metódica de
2)
En segundo lugar, en el marco de la cuestión de la
finalidad o utilidad del empleo del método, se
caracteriza
3)
Naturaleza “comunicacional” del proceso
AR. Esta característica se refiere a la estructura o elementos básicos
de
4)
La dimensión “política” en
5)
Factor “reflexión”:
6)
Superación de la dicotomía
“investigación-intervención”. La exigencia de una teoría de referencia
desde la que evaluar la realidad observada no implica la usual dicotomía entre
investigación e intervención (Friedlander/Brown 1974[39]),
pues no hay razón para justificar su mutua exclusión. De suyo, la simultaneidad
de observación y acción debería, como se ha planteado arriba, ayudar a ampliar
los mismos horizontes de observación y permitir pasar de contextos específicos a
otros más generales. De todas formas hay que distinguir entre actitudes y
horizontes del investigador primordialmente guiado por intereses teóricos
(investigar universitario) y del investigador “profesional” de organizaciones
(asesores sociales, consultores, responsables de organización o recursos humanos
etc.) con sus distintos intereses y marcos de referencia. En el investigador
primariamente orientado a la intervención es claro que dominará el acento sobre
la comunicación con los otros investigadores o afectados. Pero, el dicho de
Lewin, “no hay nada tan práctico como una buena teoría”, debería ser el
principio orientador en
7)
Carácter “circular” del proceso AR.
Si el output de una AR se limitara a elaborar nuevos métodos, modelos, técnicas
etc. a partir de unas experiencias conseguidas durante una intervención, no se
habrían logrado los fines del método. La base de un nuevo diseño, o
configuración de métodos y otros instrumentos deberá explicitarse en referencia
a una teoría elaborada y apoyada (en una especie de bucle de segundo grado)
sobre el mismo proceso y avance de
8) Esta característica, derivada de las anteriores, subraya que el carácter de orientación “pragmática” de este tipo de construcción teórico-activa implica la implicación mutua de la dimensiones descriptiva y prescriptiva en las operaciones de observación (descripción).
Es evidente, que la consultoría en
organización, o la mayoría de los modelos de economía de empresa, etc. tienen
también orientación práctica. Pero lo que diferencia
En los presupuestos implícitos al
aceptar esa habitual dicotomía figura la proposición de que una “teoría
descriptiva” también influye sobre los comportamientos de quien consume o aplica
los “productos” teóricos en el sentido de que le ayuda a preparar decisiones,
ilumina su campo de acción etc. – pero siempre desde el supuesto de que se trata
de dos momentos esencialmente distintos, y que por tanto la observación-teórica
está limpia de toda implicación práctica (o que realmente se realiza en juicios
libres de valoración)[40].
Así se supone que una teoría o modelo puramente “descriptivo” permitirá
planificar acciones que eviten los fallos ocasionados en situaciones similares,
o recomendar determinadas líneas de acción (Allison 1971[41]).
Sin embargo, en
9.
En lugar de base
firme en el punto de partida: puesta en tela de juicio de los mismos
presupuestos del proceso investigador: Se trata aquí de explicitar el “tipo
de teoría” que exige
10.
No repetibilidad de la
experimentación: En la caracterización de este tipo de
trabajo “teórico” hay que asumir también otra consecuencia: que no se trata de
una experimentación “repetible”, pues el objeto queda modificado en cada
observación-intervención. Por eso,
En la concepción de la nueva Teoría de
Sistemas (como en la “super-teoría” de Luhmann) es posible interpretar esta
dinámica de la misma construcción teórica al referirla, como mero precipitado
conceptual, a la actividad del sistema-social-de-conocimientos con su
“autopoiesis” que implica una constante circularidad entre los aspectos que
antes se definían como “teóricos” o como “prácticos” y que esa super-teoría
considera ser conceptualizaciones en cierto sentido obsoletas.
Del carácter cíclico expuesto, se derivan
10.a) La afirmación del carácter incremental de este tipo de teoría-acción como lógica consecuencia de lo dicho. Pero eso implica que este tipo de teoría se mueve a un alto nivel de complejidad admitida (la teoría normalmente reduce complejidad, no sólo las teorías “reduccionistas” típicas en el trabajo científico en el ámbito de lo material), en el que no sólo se observan procesos dinámicos (evolución), sino también la misma construcción teórica de observación de segundo grado evoluciona de formas no previamente determinadas. En este sentido será básica la referencia a los planteamientos del “aprendizaje organizacional” (Organizational Learning) (ver tema).
En este contexto hay que referirse también a la “grounded theory” de Glaser/Strauss (1967)[44], Strauss/Corbin (1990)[45], Glaser (1992)[46].
10.b) La negación de vínculos deductivo-analíticos entre las fases del proceso, en el sentido de una inferencia lógica. En conformidad a lo expuesto sobre anteriores características no puede malentenderse la forma de proceder del AR como si se tratara de partir de un esquema fijo previo, más bien se trata de un procedimiento siempre tentativo, aprovechando la misma heurística de los problemas que uno mismo causa al investigar, es decir, en la dinámica ciclica expuesta arriba. Pero siempre se exigirá la permanente observación de segundo grado (reflexión) sobre el observar-intervenir. Lo observado y lo modificado deberá observarse no sólo en referencia a ideas, objetivos etc. (como esquemas o constructos teóricos), sino en referencia a la propia “actividad” o a las “operaciones” (de observación y acción). El objeto observado no se limitará pues al campo de problemas sociales (en una organización, en una situación de conflicto etc.), sino incluirá también a los mismos observadores-interventores como “parte constitutiva” del campo en modificación.
11.
En
En este punto hay que remitir el lector al tratamiento a nivel de “metodología” básica (epistemología) del problema de las implicaciones entre el trabajo científico y la actitud moral (a su vez, objeto de reflexión filosófica de la “Ética”). Ciertamente, no todo “valor” que interviene en la configuración de la vida cotidiana o científica pertenece a los valores “éticos” superiores (sobre los que puede también darse discusión de principios), pues podrá referirse simplemente a “esquemas de preferencia” (práctica, estética, etc. – que serán objeto de la sociología, antropología cultural etc.) como valores, diríamos, “sub-éticos”, pero parece que esas mismas preferencias vienen vinculadas a “valores” de otro nivel (de los que suele discutirse al nivel de la filosofía ética). El problema transciende ciertamente el marco de esta exposición.
12.
Instrumentación de la reflexión
sobre el mismo proceso AR: Esto en la práctica de
En esa planificación concreta deberán indicarse los procedimientos o instrumentos a utilizar para realizar esa “reflexión” conjunta (Glaser/Strauss 1967[48] sugerían una modalidad, Richardson 1994[49] propone otro modo separando la actividad de preparar la agenda de reuniones de reflexión etc. frente a la de la intervención directa): la documentación escrita sobre los outputs de fases anteriores será tomada como base para continuar el desarrollo y combinar las fases lógicas de: pre-comprensión, reflexión metódica, exploración y desarrollo formal de la misma teoría o modelo en desarrollo.
“Escribir” una especie de diario a lo largo del tiempo de proceso de AR será una buena ayuda para poder contrastar el estado actual con las fases anteriores. Así se “formaliza” (una de las respuestas – que ya descubrió la organización burocrática - a la necesidad de “organizar” la misma actividad “organizadora”) el proceso y se facilita el análisis a nivel de modelo o teoría.
13.
Validez de
13.1) Validez cognoscitiva: en cuanto
control del mismo avance en conocimientos. Dado el carácter cíclico-abierto de
Dada la no-repetibilidad de las
acciones emprendidas en
El punto crítico es aquí, el de que la validez de un proceso de AR, en cuanto procedimiento que suministra conocimientos, no se deriva del mero examen de los datos en cuanto confirmación de hipótesis teóricas previas (en el sentido de “fundamentación en datos” según Glaser/Strauss 1967)[51], sino debe buscar, si lo tiene, un fundamento en los mismos efectos reales producidos sobre la realidad observada-modificada, es decir, deberá “fundamentarse en la dimensión de la acción”. Esto supone ciertamente un desafío a la metodología usual incluso en la mayoría de los estudios de las ciencias sociales y las bases de esta metodología en la filosofía occidental sesgada desde Atenas hacia lo puramente teórico, dentro de la circularidad inherente a todo pensar humano entre observar teóricamente e intervenir prácticamente, no han sido sino esbozadas en la obra de Marx, pero en un sentido muy restringido a ciertas intervenciones socio-económicas, por lo que tropezamos aquí con una enorme carencia de instrumental analítico y filosófico.
En lo que concierne a la exploración del pasado, de la historia, génesis, o importancia de esquemas de comprensión cotidiana de la propia realidad, a pesar de toda la investigación desarrollada, primero en las ciencias de la cultura o interpretación (de Schleiermacher a Dilthey o a Cassirer) y luego en el Postmodernismo (“de-construcción” según Derrida, “Arqueología” de los saberes de Foucault, etc.), todavía es difícil evaluar el nivel de fiabilidad que pueden tener los “datos” referentes al pasado de un sistema organizado cuando se trata de estimar su influjo sobre las “conductas actuales” (y este no es el único problema con que se enfrenta la investigación sobre las “culturas organizativas”). En todo caso no debería sobre-valorarse el significado de informaciones sobre el pasado en este contexto (Vickers 1983)[52].
En realidad, dado que
13.2) Validez de
Dado el carácter de los dobles (o de mayor grado)
ciclos o bucles de realimentación en el proceso,
En la praxis de la investigación que trata de datos “cualitativos” (Miles/Huberman 1984[56]; Strauss/Corbin 1990[57]; Glaser 1992[58]; Cassell/Symon 1994[59]) se encuentran útiles indicaciones para un trabajo en esta línea.
Como metódica propia para el trabajo “comunicacional”, en el sentido de llegar a documentar (lo que permite más fiabilidad en la observación de segundo grado reflexiva) las diferencias en percepción de la situación, se recomienda el procedimiento del “cognitive mapping” (para el que existen apoyos informáticos – Graphics COPE; Cropper et al. 1990[60]; Eden et al., 1992[61]).
13.3) Validez de
Instrumentalizar esta forma de operar
triangulando el campo implica claramente el uso de un enfoque multi-método
(Denzin 1978a, 1978b[64]) atendiendo al menos a los
cinco aspectos básicos de la “investigación”: metódica-metodología,
datos-informaciones, investigador, modelos-teorías de referencia, operaciones de
“triangulación”.
En un examen de la misma realización AR
(seleccionando aspectos que resaltan Eden/Huxham, 1996[65]), podría observarse (en
observación-reflexión de segundo grado):
(i)
la observación de “eventos” y de
“procesos” sociales
(ii)
las explicaciones-justificaciones
ofrecidas por los participantes
(iii)
los cambios acontecidos en esas
explicaciones en cuanto interpretaciones realizadas por los mismos agentes
participantes pero en la perspectiva de observación sobre el pasado
(Harré/Secord 1976[66]).
En esta metaperspectiva:
·
No habría aquí por qué esperar que los
datos así obtenidos tiene que poseer coherencia o ser consistentes, más bien, lo
sorprendente (y por tanto, lo “informativo” – en el sentido de la teoría de la
información como proceso neg-entrópico, o aparición de eventos no probables)
sería aquí esa consistencia o “triangulación”.
·
Se infiere la posibilidad de que existan
incluso múltiples perspectivas o puntos de vista (elección de marcos de
referencia teóricos o metódicos) sobre la realidad organizacional, sobre las
formas en que se “organizan” sistemas sociales (ver Jones 1987[67]).
·
El no lograr una “triangulación” impulsa
nuevas “operaciones” de búsqueda de coherencia de datos, lanza operaciones de
generación de nuevas concepciones, marcos de referencia etc. – siempre en el
sentido de una búsqueda de últimos puntos de orientación (como se suele atribuir
a la función de las “utopías”) – es decir, buscar lo que debería ser, más que lo
que es (Elden/Chisholm 1993a[68]).
·
El proceso de “triangulación” implica
además que no sólo
13.4) Validez de
Los autores citados que
tratan de la “metodología” de
En la línea de la metateoría
de las ciencias de la cultura es básica la distinción
entre:
a)
explicación nomotética o referida a leyes
causales universales, y
b)
comprensión ideográfica. Una forma de
entender lo observado que según la categoría de lo “ideográfico”, supone la
irrepetibilidad o unicidad del fenómeno histórico (el
“caso”).
Aquí debe recordarse que
dentro del campo de la investigación sobre la “organización” el tratamiento del
tema de lo individual y del contexto concreto (histórico, irrepetible) es uno de
los puntos todavía menos desarrollados, probablemente por sus implicaciones de
lógica o teoría de la ciencia (el nivel meta-teórico) – como en el tratamiento
de “casos” (Yin 1984). Una razón de esta “mancha ciega” (zona que no vemos que
no vemos) al reflexionar sobre la investigación social, estaría en la
“psicologización” de estos estudios, según las perspectivas propias de una
psicología (orientada además reduccionista-cuantitativamente) – como se resume
en Nord/Fox (1996[69]). Puede decirse que aquí
falta todavía un planteamiento a nivel de reflexión “transcendental” - de estudio de las condiciones de
posibilidad de captación de lo único-individual-histórico (o de las de no
percepción), tal como Kant logró al superar los planteamientos psicologistas de
Hume etc. respecto a la construcción de la ciencia.
La importancia de observar
analíticamente el papel del pasado histórico, y del contexto individual en
referencia a las mismas operaciones del inferencia de resultados (tanto en la
visión del estado de las cosas, como en acciones tomadas en tales contextos y
apoyadas en la misma comprensión del asunto) ha sido puesta de relieve
frecuentemente (Pettigrew, 1985, 1990). Es claro que aquí no basta el
pensamiento lineal o determinista (o el cibernético de primer orden), que es
preciso el recurso a modelos “no-triviales” (von Foerster) o de cibernética de
orden superior. Y al analizar los factores de un “contexto concreto” no será
posible hacer abstracción de la forma en que el mismo pasado histórico ha
influido creando hábitos o pautas de “selección reductiva” de los factores a los
que se observa como relevantes, por ejemplo, las formas en que los agentes de un
sistema organizado han “conceptualizado” sus relaciones mutuas (como
patriarcales, autoritarias, científicas – en el sentido de Taylor -,
participativas en el sentido de
14.
¿Aporta algo al conocimiento científico
Ahora bien, precisamente ese
carácter no-lineal, de irrepetibilidad fundamental de sus operaciones de
descubrimiento-intervención, plantea la cuestión no sólo de la utilidad y
validez de la información documental escrita sobre tales procesos, sino también
de las posibilidades de “difusión” de los resultados científicos obtenidos. El
problema es el mismo que plantea toda observación metódica de fenómenos
históricos, y es de suponer que en el futuro, los autores que analizan
La investigación-acción es un método en el que el investigador se une temporalmente a la comunidad de la que trata su investigación y, con sus herramientas teóricas, ayuda a la comunidad a resolver los problemas a que se enfrenta. German Kurt Lewin (1890-1947) es mencionado con frecuencia como el padre del método; un estadio inicial del método era también la llamada observación participante. Las ventajas de la investigación-acción son:
La
investigación-acción se ha aplicado a varios tipos de grupos en contextos
laborales, y es particularmente útil en
Las lecciones del investigador al grupo no se transmiten a través de informes de investigación, sino principalmente mediante el entrenamiento y las comisiones organizadas por la comunidad misma. Al comienzo de las discusiones, es habitual que el investigador sea quien tenga la the iniciativa, pero la finalidad es conseguir el autogobierno tan pronto como sea posible, tanto en la resolución de problemas como en el enfoque de la investigación en general.
La tarea del investigador es ayudar a la comunidad a trabajar en el proceso cíclico arriba ilustrado y proporcionar al grupo las herramientas para alcanzar este objetivo.
Puntos difíciles en el proceso son las transiciones
de los fenómenos cotidianos a los modelos teóricos; y, por otro lado, del modelo
a la vida cotidiana (véase la figura de la izquierda). Esta transición puede
hacerse más fácil ideando un gráfico de mural formado en las discusiones
entre el investigador y el grupo. En el gráfico pueden mostrarse con notas
movibles todas las facetas y los problemas de la acción.
Una forma de
comenzar podría ser que todos escribiesen sus comentarios sobre los problemas de
forma anónima en hojas de papel. Las descripciones de los problemas
mostrados concretamente y estructurados sobre la pared provocará entonces debates y promoverá las interpretaciones críticas y teóricas de los problemas. Es responsabilidad del investigador mostrar cómo se inicia tal gráfico.
Otra herramienta que suele ofrecerse por los investigadores es un cuestionario de reflexión distribuido a los participantes por el investigador un día o dos antes de la reunión. El investigador ha formulado preguntas abiertas que harán a los interrogados especificar y conceptualizar la situación y los problemas. El cuestionario puede incluir preguntas sobre hechos y actitudes con las cuales el investigador examina para su propio informe de investigación el estado presente del grupo (véase cuestionario).
En
1985 se comenzó en Suecia un amplio programa de desarrollo. Se llamó Liderazgo,
Organización y Codeterminación. La finalidad era iniciar y apoyar el desarrollo
de nuevas formas de trabajo y de organización en la empresa. Esto había de tener
lugar por el esfuerzo combinado de trabajadores, Dirección e investigadores.
Durante 5 años, unos 60 investigadores llegaron a trabajar dentro del
programa que finalmente abarcó a 150 empresas e instituciones públicas.
En un programa donde es vital la colaboración leal entre los participantes, las lagunas en la comunicación no pueden permitirse. Para garantizar el flujo fácil del "diálogo democrático" en el proyecto, los participantes se ponían de acuerdo sobre una cierta práctica de debate. Aquí abajo, unos ejemplos de las "reglas":
Hubo 13 recomendaciones en total. De acuerdo con los autores "el sistema democrático tiene el provecho de extraer un amplio rango de opiniones e ideas que pueden guiar la acción práctica, a la vez que también posibilita la toma de decisiones por todos los participantes".
Jungk y Müllert piensan que además del nivel racional-analítico, debe incluirse en los debates el nivel intuitivo-emocional. Eso ayudaría al centrarse en las causas de controversias y revelaría un tipo nuevo de entendimiento creativo.
¿Cuál es el papel del investigador en el proceso de la investigación-acción? Pocos investigadores tienen tanto conocimiento previo sobre las operaciones y problemas de un grupo desconocido como para ser capaces de estimarlos o explicarlos de forma inmediata, por no hablar de formar un modelo teórico sobre todo ello. En lugar de ello, el investigador puede poner a disposición del grupo su propio conocimiento teórico general y sus habilidades. El investigador ofrece métodos para el análisis, obtiene la información necesaria desde fuera y hace las preguntas que los miembros del grupo nunca hubieran pensado por sí mismos.
El propio interés del investigador en la investigación-acción suele ser escribir un informe sobre el proyecto. Sus contenidos serán un informe sobre las fases del proyecto y un sumario de los datos que se han reunido y los resultados que se han obtenido. Esta parte del informe es un típico estudio de caso, descripción de un único caso.
Será más fácil escribir un informe sobre el progreso del proyecto si el investigador ha llevado un diario sobre los acontecimientos y los debates. También las grabaciones pueden ser de utilidad, especialmente si ha habido varios debates al mimo tiempo en grupos de trabajo. Sobre métodos, véase también Observación.
La planificación participativa es un caso especial de investigación-acción. Se caracteriza por la asistencia de un "equipo técnico" -- un grupo de profesionales que ha de producir estudios de las alternativas disponibles. El equipo técnico puede ser una agencia gubernamental o local o una firma de consultoría.
Las fases típicas en la planificación participativa son:
El proceso arriba descrito es típico de proyectos de planificación de ciudades y uso del suelo, donde una única decisión afecta a las vidas de un gran número de personas. Otra variante de decisiones conjuntas es apropiada en los proyectos a pequeña escala de desarrollo de productos. Se tratan bajo el título Diseño colectivo.
En investigación-acción, es esencial avanzar desde los problemas prácticos a los modelos teóricos (y, posteriormente, de nuevo, de vuelta a la práctica), pero esto no será fácil para las personas del grupo que sólo estén familiarizadas con operaciones prácticas. Será más fácil llegar a la teoría si comenzamos con pequeñas cosas prácticas y pasamos a las mayores del modo siguiente:
Otra forma es observar la acción desde diferentes ángulos de visión de forma alterna. Esto puede ayudar a adquirir una comprensión más profunda de la acción (cf. el método hermenéutico). Por ejemplo, pueden ser perspectivas fértiles:
Una razón habitual para los conflictos es que entre los factores que hemos mencionado arriba, uno ha cambiado mientras que los otros dos permanecen igual. Un enfoque histórico puede usarse ahora para desenmarañar este desarrollo. La perspectiva del tiempo de los miembros más antiguos del grupo será normalmente lo bastante larga.
Tan pronto como haya una comprensión general de las
finalidades y los conflictos del trabajo, y todo haya sido situado en el modelo
aceptado para describir la acción, el investigador y los participantes
discutirán los medios por los que mejor se alcanzarán los objetivos y se
eliminarán los conflictos. Las alternativas para el cambio se encontrarán
atendiendo al modelo teórico. Se encontrarán en la zona de potencialidad
(o en la "zona de desarrollo cercano"): en un abanico de posibilidades en que no
se había pensado antes o que no ha sido posible conseguir sólo por los
individuos, sino que puede conseguirse ahora con el acuerdo colectivo.
El
investigador está allí para presentar ejemplos de otros grupos que ha visto y de
modelos teóricos generales sobre el modo en que operan los grupos.
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[40] Un precedente de esta forma de comprender la relación descripción-prescripción se encuentra en las teorías del Derecho Natural (desde Grocio y Pufendorf hasta hoy).
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[47]
En este punto debemos referirnos a la descripción de la “Controversia sobre los
juicios de valor” (a partir de Weber) que se ha resumido en el capítulo dedicado
a
[48] Glaser, B.G./Strauss, A.L. (1967): The Discovery of Grounded Theory. Chicago: Aldine.
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[54] No hay aquí espacio para reformular, y profundizar en estos aspectos, dentro del paradigma de la “super-teoría” tal como ha propuesto Luhmann. En su línea de pensamiento se trataría de ver las implicaciones e inferencias entre “operaciones” y “comprensión-visión” de esas mismas operaciones, pero en un sistema también cíclico de mutua implicación que ciertamente no parte de las diferencias tradicionalmente aceptadas entre sujeto-objeto, teoría-experiencia etc. Pero que tampoco interpreta sus mutuas implicaciones con la categoría marxiana de la “dialéctica” – aunque quizá no esté muy lejos de ella.
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