Todo lo que hagamos para el beneficio personal y colectivo debe ser pensado. Utilicemos la digitalización de manera organizada, estructurada coherentemente, facilitadora del intercambio de saberes y respetando otras ideas. Para lograrlo debemos los profesores abrirnos a los nuevos momentos, aprender lo que sea necesario para desde la academia contribuir a la preparación de nuestros estudiantes. Enseñarles qué es lo adecuado para el mejor aprendizaje, ofrecerles herramientas para que sean capaces de asumir o despreciar, por sí mismos, qué sitios, informaciones y noticias son verdaderas. De esta manera no solo llegarán al conocimiento, sino también a la acción transformadora de sí mismos y de su entorno