Para Ernesto Guevara, el hombre era un factor fundamental durante el proceso del surgimiento del socialismo. Cabe destacar, que, actualmente este pensamiento es la base de nuestro proceso revolucionario, pues es en el Hombre en el que se confía, individualizado, específico, con nombre y apellido, y de su capacidad de acción, dependiendo así el triunfo o el fracaso del hecho encomendado.
Durante la etapa de la lucha guerrillera, esta se desarrolló en dos ambientes distintos: el pueblo, masa todavía dormida a quien había que movilizar, y su vanguardia, la guerrilla, motor impulsor del movimiento, generador de
conciencia revolucionaria y de entusiasmo combativo.