El 28 de junio de 2021 la OMS publica
el primer informe mundial sobre inteligencia artificial (IA) aplicada a la
salud y seis principios rectores relativos a su concepción y utilización, la
inteligencia artificial (IA) ofrece grandes expectativas para mejorar la
prestación de atención de salud y la medicina en todo el mundo, siempre y
cuando la ética y los derechos humanos ocupen un lugar central en su
concepción, despliegue y utilización. El informe, titulado Ethics and
governance of artificial intelligence for health (ética y gobernanza de la
inteligencia artificial en el ámbito de la salud), es el resultado de dos años
de consultas celebradas por un grupo de expertos internacionales nombrados por
la OMS.
«Como toda nueva tecnología, la
inteligencia artificial ofrece grandes posibilidades para mejorar la salud de
millones de personas en todo el mundo; ahora bien, como toda tecnología,
también puede utilizarse indebidamente y causar daño», dijo el Dr. Tedros
Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «Este nuevo e importante
informe proporciona a los países una valiosa guía sobre la manera de aumentar
al máximo los beneficios de la IA, al tiempo que se minimizan sus riesgos y se
evitan sus trampas».
La inteligencia artificial puede
utilizarse, lo que ya se está haciendo en algunos países ricos, para mejorar la
velocidad y la precisión del diagnóstico y la detección de enfermedades;
facilitar la atención clínica; reforzar la investigación en el ámbito de la
salud y el desarrollo de medicamentos, y apoyar diversas intervenciones de
salud pública, como la vigilancia de la morbilidad, la respuesta a los brotes y
la gestión de los sistemas de salud.
La IA también podría permitir que
los pacientes tuvieran un mayor control de su propia atención de salud y
comprendieran mejor la evolución de sus necesidades. Además, podría facilitar
el acceso a los servicios de salud en los países con escasos recursos y las
comunidades rurales, donde los pacientes a menudo tienen dificultades para
acceder a los agentes de salud o al personal médico.
Sin embargo, en el nuevo informe
de la OMS se advierte del peligro de sobreestimar las ventajas de la IA en el
ámbito de la salud, sobre todo cuando esto se hace en detrimento de inversiones
y estrategias básicas que son necesarias para lograr la cobertura sanitaria
universal.
Además, en él también se señala
que las oportunidades conllevan desafíos y riesgos, como la recopilación y
utilización poco éticas de los datos sobre salud; los sesgos codificados en los
algoritmos, y los riesgos que presenta la IA para la seguridad del paciente, la
ciberseguridad y el medio ambiente.
Así, por ejemplo, si bien la
inversión de los sectores público y privado en el desarrollo y despliegue de la
IA es fundamental, el uso no regulado de la IA podría subordinar los derechos e
intereses de los pacientes y las comunidades a los poderosos intereses
comerciales de las empresas tecnológicas o a los intereses de los gobiernos en
materia de vigilancia y control social.
Por lo tanto, los sistemas de IA deberían diseñarse
cuidadosamente a fin de reflejar la diversidad de los entornos socioeconómicos
y de atención de salud. Estos deberían acompañarse de formación en aptitudes
digitales, de implicación comunitaria y de sensibilización, en particular para
los millones de agentes de salud cuya alfabetización digital o readaptación
profesional serán necesarias en caso de que se automaticen sus cometidos y
funciones, y que deberán lidiar con máquinas que podrían poner en entredicho
las facultades decisorias y la autonomía de los prestadores y los pacientes.
Tomado del sitio Web:
https://www.who.int/es/news/item/28-06-2021-who-issues-first-global-report-on-ai-in-health-and-six-guiding-principles-for-its-design-and-use
Saludos Dr. Joel Rondón Carrasco