Considerando
la cultura digital como una dimensión clave de la transformación
digital en la educación abierta en un mundo informatizado, uno de los
principales desafíos que enfrenta la sociedad cubana es la necesidad de
adaptarse a esta transformación. Esto implica un cambio cultural
profundo, donde las personas deben capacitarse y estar abiertas a los
cambios, ya que se requieren modificaciones en los procesos culturales,
de gestión del conocimiento y de educación abierta.
Es fundamental modificar las formas en que las personas
se comunican e interactúan, siendo estas el foco central de la
transformación digital. Sin embargo, también suelen ser la principal
fuente de resistencia al cambio, por lo que cambiar la mentalidad de las
personas se convierte en un factor crucial. En el ámbito educativo, se
valora un nuevo conjunto de conocimientos y se demanda un nuevo conjunto
de habilidades y destrezas asociadas a la transformación digital.
Al implementar la transformación digital en la educación
abierta, es esencial que tanto profesores como estudiantes cuenten con
las herramientas necesarias para afrontar estos cambios. El trabajo
colaborativo y la consideración de las opiniones tanto de docentes como
de estudiantes desempeñan un papel fundamental en este proceso.
La digitalización en el proceso de enseñanza-aprendizaje
permite a los profesionales reducir el tiempo dedicado a buscar
documentos, facilitando además la distribución de materiales ofreciendo la posibilidad de almacenar información en diversos
dispositivos portátiles o difundirla a través de redes informáticas.
Asimismo, posibilita la creación de colecciones para bibliotecas
virtuales y abre nuevas oportunidades para el desarrollo de servicios
educativos innovadores.