El modelo económico cubano se basa en principios que sostienen la construcción del socialismo en la isla. La planificación centralizada del Estado regula la economía, asignando recursos de manera equitativa para satisfacer las necesidades de la población. El control estatal de sectores clave como la salud, educación y servicios públicos garantiza el acceso universal a estos servicios. Asimismo, la propiedad estatal de los medios de producción evita la concentración de riqueza y promueve la igualdad social. La resistencia al embargo estadounidense ha fomentado la autogestión y la diversificación de la economía, reduciendo la dependencia exterior. La cooperación internacional, especialmente con países aliados, ha permitido a Cuba recibir apoyo en momentos de dificultad económica. La promoción del trabajo colectivo y la solidaridad entre los ciudadanos fortalece el tejido social y refuerza los valores socialistas. El sistema de educación gratuita y universal forma a ciudadanos comprometidos con el proyecto socialista, garantizando la continuidad y el desarrollo de este modelo económico. Estos fundamentos económicos, combinados con un enfoque humanista y solidario, sustentan la viabilidad y sostenibilidad del socialismo en Cuba.
Modelo económico cubano
Los fundamentos económicos del modelo cubano garantizar la construcción del modelo socialista.
Los fundamentos económicos del modelo cubano garantizar la construcción del modelo socialista.