En el contexto internacional y nacional relacionado con la COVID-19 , desde finales del 2019, ha impuesto a los sistemas de salud de todos los países un reto que desborda las capacidades disponibles en unidades de servicios, públicas como privadas, dada su alta tasa de infección y letalidad. Para frenar el contagio, y evitar el colapso sanitario, numerosos gobiernos decretaron un confinamiento que ya se extiende, y que tiene efectos severos en la economía.
Estas meditaciones que se presentan al lector no están dirigidas a profundizar o ampliar sobre el efecto de la enfermedad Covid -19 en la economía cubana, o del mundo, por lo que se ha dejado de producir; ni sobre la profunda crisis económica globalizada que se avecina.
El objetivo de este tema, desde la perspectiva de la ciencia Economía de la Salud, ofrecer argumentos que permitan valorar el esfuerzo de Cuba para enfrentar esta enfermedad, a partir de las interrogantes, ¿De dónde se obtienen los recursos financieros para Salud Pública en Cuba?, ¿Cómo se determina el costo de una enfermedad?, ¿Cómo se utilizan los recursos para garantizar que toda la población pueda acceder en condiciones de equidad a una atención médica segura?, abordando en las consideraciones finales, la necesidad de cumplir las medidas de prevención y control establecidas por el MINSAP, para proteger la vida de las personas, y contribuir a la disminución de los gastos económicos y sociales asociados a esta enfermedad.