Es un proceso pedagógico (instructivo y educativo) flexible, que se puede desarrollar en cualquier nivel, ser dirigido desde diferentes tipos de instituciones y  en lo esencial se caracteriza por la poca o ninguna presencialidad del docente, se apoya en variados materiales didácticos y la tutoría, que potencian el aprendizaje autónomo y colaborativo,  predominando una comunicación multidireccional y de ida y vuelta, mediada por las tecnologías de la información y las comunicaciones. (Glez L, 2007).