El estudio de la Historia de Cuba en la Educación Superior pretende reafirmar y ampliar los conocimientos precedentes de los estudiantes de las Ciencias Médicas, pues un egresado de la universidad cubana debe tener un sólido conocimiento de nuestra Historia Nacional para poder comprender e interpretar objetivamente el actual y complejo escenario que vive la humanidad, y así estar a la altura que necesita la Revolución y nuestro proyecto socialista.
Repetir los contenidos no es la prioridad, se trata de su profundización, desde una perspectiva de interés profesional vinculando cada etapa histórica con las prácticas médicas; estimulando el protagonismo estudiantil y la identificación con los actores de esa historia que nos enorgullece.
Como afirmarse el más genial de los políticos cubanos, José Martí:”...para que perdurase y valiese para que inspirase y fortaleciese, se debía escribir la historia”.
De eso se trata, de que la impronta de nuestra historia deje una huella indeleble que marque y guíe a los futuros profesionales de las Ciencias Médicas y nos toca , tenemos el deber y la responsabilidad nosotros los profesores de la universidad cubana de responder al llamado del Ministerio de Salud Pública, de la máxima dirección de la Revolución y la FEU de hacer todo lo posible y continuar consolidando la formación integral humanista de nuestros futuros galenos quienes jugarán un papel decisivo y puntual en cada una de las comunidades en las que ejercerán su labor profesional
Por tanto, una de las tareas esenciales de los educadores universitarios en estos momentos, es la transformación de la Educación Superior que permita elevarla a las exigencias de su tiempo, a partir de la labor motivacional entre alumnos y profesores.
El desarrollo social alcanzado y el contexto internacional en la actualidad, exige cambios sustanciales en el proceso docente- educativo y por tanto modificaciones en las diferentes categorías de la didáctica que orientan el proceso. Con el cine debate se facilita la observación metódica, el encause de la atención, la ampliación del vocabulario y la polarización del interés despertado.
En las últimas décadas, el cine ha demostrado ser un recurso eficaz en la educación y transmisión de valores, pues tiene la posibilidad de reflejar el mundo y el imaginario social donde donde se desarrollan los hechos.
Representa un recurso facilitador en la construcción del aprendizaje y promotor de mejores reflexiones personales.
El cine propone una historia que facilita la identificación del espectador con los diferentes matices dela narración. Cuando se logra esta identificación, el estudiante pasa de ser un simple testigo de ka narración a convertirse en un actor.
De ésta. Se logra así un aprendizaje activo, a través de la experiencia.(1)
En fin, el cine no solo es una forma de entretenimiento, sino también una poderosa herramienta para reflexionar, aprender y explorar la diversidad del mundo en que vivimos. Nos brinda la oportunidad de ser parte de historias que nos enriquecen como seres humanos y nos invitan a mirar el mundo desde diferentes perspectivas.(2)
Lo antes expuesto reafirma la necesidad de presentar los hechos históricos de forma convincente y emotiva, con el fin de que los estudiantes lleguen al conocimiento como resultado de una actividad intelectual intensa y a través de vivencias que hayan podido experimentar.
