Modelo económico cubano

Mi criterio

 
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Mi criterio
de Alexander González Gibert - martes, 16 de julio de 2024, 08:02
 

El modelo económico cubano se basa en una combinación de planificación centralizada y elementos de mercado, con el objetivo de garantizar la construcción y sostenimiento del modelo socialista. A pesar de enfrentar desafíos significativos, el sistema económico cubano ha demostrado una notable capacidad para mantenerse a lo largo de las décadas, manteniendo un alto nivel de igualdad social y acceso universal a servicios básicos como educación y salud. Uno de los fundamentos económicos clave del modelo cubano es su énfasis en la propiedad estatal de los medios de producción, lo que permite al gobierno tener un control significativo sobre la economía. Esta propiedad estatal se extiende a sectores clave como la industria, la agricultura y los servicios básicos, lo que le permite al gobierno influir directamente en la distribución de recursos y la planificación económica a largo plazo. Esta estructura económica ha sido diseñada para priorizar el bienestar social sobre la acumulación de riqueza individual, lo que está alineado con los principios socialistas. Otro aspecto fundamental es el énfasis en la igualdad y la justicia social. A pesar de las limitaciones económicas, el modelo cubano se ha centrado en proporcionar acceso universal a servicios esenciales como la educación y la salud. Esto se logra a través de un sistema de subsidios estatales y una red de servicios públicos que están diseñados para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a estos servicios básicos sin importar su situación económica. Además, el modelo cubano ha priorizado la autosuficiencia y la seguridad alimentaria, lo que ha llevado a un enfoque en la agricultura sostenible y la producción local de alimentos. A pesar de las limitaciones impuestas por el embargo estadounidense, Cuba ha logrado desarrollar un sistema agrícola que prioriza la producción para el consumo interno, reduciendo su dependencia de las importaciones. En resumen, el modelo económico cubano se ha diseñado para garantizar la construcción y sostenimiento del modelo socialista a través de la propiedad estatal de los medios de producción, el énfasis en la igualdad social y el acceso universal a servicios básicos, así como la promoción de la autosuficiencia y la seguridad alimentaria. A pesar de sus desafíos, este modelo ha demostrado su capacidad para resistir y mantener su compromiso con los principios socialistas a lo largo del tiempo.