Diplomado de Promoción de Salud

Buenos días

Estimados participantes les doy la bienvenida, y los exhorto a participar en el Foro. Sus comentarios serán de gran interés y propiciarán el debate. Anímense, un abrazo

Desde mi ámbito de trabajo, considero que para contribuir a construir una Atención Primaria de Salud (APS) renovada debemos fortalecer el enfoque comunitario y participativo, impulsando la educación sanitaria y la promoción de estilos de vida saludables desde la base. Como médico de familia y asesor docente, mi labor se centra en integrar la docencia con la práctica asistencial, promoviendo el trabajo en equipo, la capacitación continua del personal de salud y la gestión eficiente del conocimiento en función de las necesidades reales de la comunidad. Una APS renovada requiere no solo de recursos materiales, sino también del compromiso ético y humano de los profesionales, capaces de escuchar, orientar y acompañar a las personas en su proceso de salud-enfermedad.

En nuestro accionar se reflejan de manera constante los principios bioéticos de beneficencia, al procurar siempre el bienestar del paciente y la comunidad; de autonomía, al respetar las decisiones informadas de cada individuo; de justicia, al garantizar el acceso equitativo a los servicios de salud; y de no maleficencia, al actuar con prudencia y responsabilidad en cada intervención. Estos principios son la base de una práctica médica humanista y comprometida con el desarrollo de una APS más integral, inclusiva y centrada en las personas.

1.       Desde mi ámbito de trabajo en el Ministerio de Salud, la contribución a una APS Renovada implica fortalecer un modelo de atención basado en las personas, familias y comunidades, con enfoque territorial, intercultural e intersectorial. Reforzando el trabajo articulado entre los establecimientos de salud, municipalidades y actores sociales, priorizando la acción sobre los determinantes sociales de la salud. Promover la participación comunitaria organizada, potenciando los Comités Locales de Administración de Salud (CLAS), agentes comunitarios y Comités Comunitarios de Salud como actores clave. Incorporar estrategias de educación y comunicación para la salud, utilizando metodologías participativas que fomenten el autocuidado, la prevención y la corresponsabilidad social. Asegurar la continuidad del cuidado mediante Redes Integradas de Salud (RIS) que garanticen accesibilidad, calidad y pertinencia cultural de los servicios. Aplicar la gestión basada en resultados y evidencias, utilizando el Análisis de Situación de Salud (ASIS) como herramienta de toma de decisiones y planificación territorial. De este enfoque, la APS renovada se convierte en el eje del sistema de salud, no solo en la atención médica, sino en la gestión social de la salud.

2.       El ejercicio cotidiano en la salud pública y en la implementación de la APS renovada debe estar guiado por los principios bioéticos que orientan la toma de decisiones: La autonomía que busca promover la participación informada y libre de las personas y comunidades en su propio cuidado, respetando su cultura, creencias y decisiones. Beneficencia que busca siempre generar el mayor beneficio posible para la población, mediante intervenciones costo-efectivas y basadas en evidencia. La no maleficencia para evitar causar daño, tanto físico como social, asegurando la calidad de las intervenciones, la transparencia de la información y la protección de los derechos humanos. El Derecho a la Salud que busca priorizar la equidad en el acceso a los servicios, especialmente en poblaciones vulnerables, reduciendo brechas territoriales, económicas y culturales y la Solidaridad y responsabilidad social para asumir que la salud es un bien común, y que la acción colectiva y la corresponsabilidad entre Estado, comunidad y otros sectores es esencial para garantizarla.

La Atención Primaria de Salud es, en esencia, un acto bioético. No se puede practicar una APS de calidad sin una reflexión ética constante. Esta reflexión debe ir más allá de la teoría y encarnarse en la práctica diaria, guiando la relación con los pacientes, la distribución de recursos y la defensa de la equidad.

Una APS vista desde la bioética no es solo un servicio, sino un compromiso con la dignidad humana, la justicia social y el derecho a la salud de cada persona, especialmente de las más vulnerables. Exige profesionales no solo competentes técnicamente, sino también éticamente sensibles, reflexivos y comprometidos con su comunidad.

La APS no es solo un nivel asistencial, sino una filosofía de trabajo y una estrategia política sanitaria.

La bioética, por su parte, proporciona el marco para reflexionar sobre los valores y dilemas en la atención sanitaria. La convergencia de ambas es natural e indispensable.

Todo ello argumentado en los principios bioeticos expuesto en la Declaración universal de la Bioética y Derechos humanos  constituye el fundamento para que la atención primaria como primer nivel de contacto con los individuos, familia y comunidad donde los principios se enfrentan a realidades concretas y en ocasiones complejas.