¿ Por qué podemos afirmar que el marxismo y su aplicación creadora sigue siendo una alternativa en el pensamiento y acción revolucionaria de los hombres ?
Respuesta:
Desde sus orígenes la filosofía marxista ha desempeñado un papel trascendental en elevar la conciencia de los hombres y mostrarles la necesidad y posibilidad de su emancipación, inspirando con ello sus acciones revolucionarias en aras de lograr el socialismo. Ningún otro pensamiento filosófico, político o social ha influido tanto como el marxismo en la conciencia y conducta de los pueblos a lo largo de la historia de la humanidad.
No obstante, el marxismo siempre ha sido cuestionado y también negado por aquellos que, dados su interés de clase o su privilegiada posición social, no pueden soportar una teoría crítica y una práctica encaminadas a transformar radicalmente el sistema económico-social en el que ejercen su dominio y sus privilegios.
Hoy más que nunca se pone en tela de juicio la vinculación entre las ideas del marxismo y su realidad, entre su pensamiento y la acción. Los ideólogos más reaccionarios y más perspicaces del capitalismo tratan de sostener la imposibilidad de la realización del socialismo y por tanto, la caducidad del pensamiento marxista. Para ello recurren a diversas concepciones idealistas del hombre, la historia y la sociedad. Unas veces apelan a que la naturaleza humana es egoísta y competitiva, lo cual es incompatible con la fraternidad, la solidaridad y la cooperación indispensable en una sociedad socialista, y otras veces se valen de la concepción que decreta la inviabilidad del socialismo debido el triunfo del capitalismo liberal, o más exactamente neoliberal.
Sin embargo, a pesar de estás concepciones podemos afirmar que el marxismo, sin importar el paso del tiempo y las diversas interpretaciones y oposición que ha experimentado, continúa siendo una alternativa vigente en el pensamiento y la acción revolucionaria del hombre contemporáneo debido a múltiples razones. Una de ellas es que sus tesis no solo se mantienen, sino que hoy son más sólidas que nunca, pues nuestra realidad no ha hecho más que acentuar, ahondar y extender lo que en ellas se ponía al descubierto desde sus inicios. Ejemplo de esto es lo relativo a la naturaleza explotadora, depredadora, del capitalismo; a la expansión creciente e ilimitada del capital que, en nuestros días, es prueba fehacientemente de la globalización del capital financiero; a la mercantilización avasallante de toda forma de producción material y espiritual; a la enajenación que alcanza hoy a todas las formas de relación humana: en la producción, en el consumo y en los medios masivos de comunicación.
Ante estas problemáticas que hoy vivimos el marxismo y su aplicación creadora se presentan como el conjunto de herramientas teóricas y prácticas encaminadas a llevar a cabo la acción revolucionaria y transformar esta triste realidad.
El marxismo del siglo XXI tiene como tarea interpretar y luego transformar un capitalismo imperialista regresivo y contrarrevolucionario cada vez más desarrollado, el cual se traduce cada día más en hambre, pobreza, explotación, migración, refugiados, corrupción, daño al medio ambiente, desnutrición, hombres sin derechos, guerras, terrorismo y exterminio. Para lograr esta transformación el marxismo de nuestros días ofrece y fundamenta como alternativa el socialismo, pero para lograrlo no ofrece una camino único o predefinido a seguir, sino que fomenta la creatividad y la innovación revolucionaria. Esto hace que el método marxista sea efectivo a la hora de desafiar las condiciones que impone el sistema capitalista en la contemporaneidad.
Además, la necesitad del marxismo en la actualidad también está reflejada en la existencia de muchas personas que recorren la historia sin conciencia colectiva, es decir, personas sin valores, sin cultura y sin intereses comunes entre ellas, todo esto debido a la influencia deshumanizante que tiene el desarrollo individual y la concentración de la riqueza en pocas manos que caracterizan propiamente al capitalismo. En este contexto el marxismo, con su enfoque crítico y su propuesta de transformación social se presenta como el sistema que recoje las inquietudes de cómo vive la mayoría de la población mundial, sumida en la pobreza, y ofrece el arma objetiva para combatir está realidad.
Todos estos elementos son los que me permiten afirmar que el marxismo y su aplicación creadora siguen siendo una alternativa en el pensamiento del los hombres para que ellos puedan explicar el mundo de hoy, y de esta manera, puedan aspirar a transformarlo con una fuerte vitalidad y eficacia.