¿Se puede ser marxista hoy? Antes que nada tenemos que entender qué es el marxismo. El marxismo es un proyecto de transformación del mundo realmente existente , a partir de su crítica y de su interpretación o conocimiento. Hoy más que nunca se pone en cuestión la vinculación entre sus ideas y la realidad. El marxismo desmantela la estructura del capitalismo así como las posibilidades de su transformación. Respecto a algunas de sus tesis encontramos algunos temas tales como: los conceptos de clases; la división social clasista y lucha de clases; la expansión creciente e ilimitada del capital; el carácter de clase del estado; la mercantilización de toda forma de producción material y espiritual; temas que hoy en día son todavía más sólidos y vigentes, ya que la realidad del capitalismo no ha hecho más que acentuarlos y expandirlos. Pero también encontramos tesis del marxismo que hay que abandonar; en la actualidad la clase obrera no puede ser la exclusividad y centro de la historia como lo fue en el siglo XIX, sino que en nuestra realidad se necesita un sujeto plural, cuya composición no pueda establecerse prioritariamente.
Cabe volver a señalar que el marxismo no es solo y únicamente una teoría, sino una práctica con el objetivo de transformar el mundo en un lugar justo y demócrata donde vivir. También es necesario destacar que ningún pensamiento filosófico ni de ninguna otra índole ha influido tanto en la historia de la humanidad como el marxismo, pues ha sido una guía, una teoría flexible a la transformación y adaptativa a los diferentes contextos históricos.
En nuestros días el amenazador capitalismo glovalizador fomentado por los Estados Unidos ha avasallado con respuestas de guerra, como solución a los problemas, la soberanía e independencia de los pueblos, ha volcado las conquistas de la ciencia y las tecnologías contra los hombres, ha extendido los sufrimientos y humillaciones de los seres humanos, atentando contra la humanidad misma. Ante esto el marxismo se ha propuesto siempre construir un dique que detenga esta antihumana política imperial estadounidense.
Analizando todo lo anteriormente dicho podemos responder la interrogante inicial: verdaderamente se necesita una alternativa social al capitalismo, la cual es el socialismo fomentando en las ideas marxistas; por lo tanto sí se puede y es de mucha necesidad. A pesar de que eso signifique la peligrosa voluntad de que el imperativo político-moral contribuya a realizarla. El marxismo, desde mi punto de vista, siempre ha sido una leal solución a los males que han sobrevenido a nuestro mundo y que tiene la ventaja de ser algo que se pueda transformar a todos los tiempos. Ser marxista hoy , implica un reto profundo, pero no uno imposible.