Al considerar el artículo, se puede concluir que el marxismo, junto con su aplicación creativa, sigue siendo una alternativa relevante en el pensamiento y la acción revolucionaria. Este enfoque no se limita a un debate sobre su aplicabilidad, ya que sus raíces se encuentran en una sociedad capitalista del siglo XIX. Para comprenderlo de manera efectiva, es esencial conocer su esencia como un proyecto destinado a transformar el mundo actual, fundamentado en una crítica profunda y un análisis crítico.El marxismo tiene como objetivo generar una conciencia crítica, centrándose en los derechos humanos y la lucha por la justicia social. Realiza un examen exhaustivo del capitalismo, exponiendo su estructura y poniendo a prueba sus tesis fundamentales al contrastarlas con la realidad y las prácticas cotidianas. Para lograr la transformación necesaria del mundo existente, es crucial partir de las ideas de Marx, pero adaptándolas a las condiciones históricas concretas; no se trata de copiar un modelo sin considerar el contexto específico.Desde sus inicios, el marxismo ha tenido un papel importante al elevar la conciencia de los trabajadores sobre la necesidad y posibilidad de su propia emancipación, inspirando sus acciones revolucionarias. La liberación social y humana debe buscarse aquí y ahora, utilizando tanto la razón como la práctica que guiarán este proceso. Enfrentar los desafíos contemporáneos implica aplicar el marxismo en acciones que mejoren las condiciones de vida de los trabajadores y en las luchas contra regímenes autoritarios.Por lo tanto, ser marxista hoy significa no solo emplear la inteligencia para fundamentar la necesidad y viabilidad de una alternativa al capitalismo, sino también movilizar la voluntad para responder al imperativo político y moral de contribuir a su realización.